Canalon

El entorno del Meicín, en los tiempos heroicos del alpinismo astur, era un gran lugar para tomar contacto con la alta montaña y practicar la técnica invernal. De aquello tiempos, cuando llegar a Picos llevaba casi más tiempo que ahora acercarse a Alpes, Ubiña era el terreno de juego más cercano de los pocos valientes que se atrevían a subir. Y de aquella época vienen algunas de las primeras líneas invernales del lugar, ahora olvidadas con la aparición de nuevos y más difíciles itinerarios. Y no obstante, de vez en cuando presta recorrer estos rincones olvidades, máxime cuando te llevan a un mirador de la categoría del Picu del canalón Oscuru, enfrente de la cuerda principal del macizo.

Esta ruta, de la que no conocemos sus primeros aperturistas pero de la que tenemos lejanas referencias verbales de ser antaño más recorrida, es una sencilla ascensión en la que sin embargo hay que tener dos cosas en cuenta: la primera, su orientación, que hace que la nieve transforme rápidamente, por lo que es más una ruta de inicio de temporada, en la que en segundo lugar hay que mirar muy mucho las condiciones que puedan favorecer aludes.

La aproximación se hace por la vertiente asturiana, desde Tuiza, hacia la vega del Meicín. A la altura del refugio vamos hacia el Norte, por la pindia vallina que sube entre el Canalón Oscuru y el Portillín Oriental hacia la alta Forqueta del Portillín. A medida que ganamos altura, y aproximamos bajo las paredes del Canalón a la derecha, veremos una estrecha y corta canal en su parte inferior (sobre una hora de proximación desde el pueblo). Éste es propiamente dicho el mismo canalón oscuro que da nombre al pico, y por ahí sube la ruta. Su longitud ronda apenas los 50 metros y su inclinación va sobre los 45º máximo, siendo menor si está muy relleno. A continuación giramos a la izquierda para remontar la cansina y tumbada ladera (unos 150 metros, sobre 30º) que nos deja al poco en la cresta cimera, De aquí, a la izquierda, remontamos con algo más de pendiente (40-45º) los metros finales a la cima. Nos puede llevar cerca de una hora recorrer la línea.

En condiciones normales, no necesitaríamos material de seguro, e incluso podríamos atacar con un sólo piolet, aunque según se presente el pico podemos subir algo de material extra para mayor seguridad. Recordad que, de todas formas, el casco es siempre imprescindible aunque sea para no llevarnos una pedrada.

El descenso se hace por la otra vertiente, la Norte. Primero bajamos con cuidado la parte final hasta volver a la cresta. Ahora torcemos al Norte (izquierda) y bajamos un rato más de fuerte pendiente (40º) hasta una zona más llana. Rumbo Oeste, pasamos bajo el pico mientras nos acercamos en unos diez minutos a la Forqueta del Portillín. Y de ahí, ya de forma directa, volvemos al Meicín y a Tuiza. Desde la cima calculad menos de una hora para volver al Meicín.

Disfrutad de esta sencilla propuesta, pero siempre con precaución. Un saludo del Maquis