Una de las más grandes actividades de cresta que se pueden realizar por los Picos de europa. En uno de los rincones más agrestes del macizo central, esta cabalgada nos permite comunicar el precioso pico Los Cabrones con el techo de Picos, Torrecerredo, en un recorrido aéreo y majestuoso. La primera de esta cresta corresponde a los hermanos Régil en 1958. Esta propuesta de recorrido parte del Jou de Cabrones para recorrer la arista NO de Cabrones y enlazar con la cresta hasta el techo de Picos. Una larga actividad de cerca de kilómetro y medio de recorrido total, que llevará varias horas (unas seis horas desde el pie de Cabrones hasta el Torrecerredo puede ser una buena previsión horaria, en función de la rapidez de la cordada y la cantidad de tramos que se aseguren). Como en todas las crestas, la cordada deberá decidir la cantidad de tramos a realizar asegurados, teniendo en cuenta lo verdaderamente aéreos y expuestos que son algunos tramos (pasos en la arista NO de Cabrones y sobre todo en el descenso hasta los rápeles pasada la cima de este pico). Se recomienda tener ya experiencia previa en estos recorridos para una mayor seguridad, dadas las condiciones de la travesía.

La principal pega que se le puede poner a este cresteo es la irregular calidad de la roca, que nos obligará a ser muy cuidadosos en determinados tramos. Imprescindible el casco, y una cuerda de 40 metros. Algunos fisureros, cintas y cordinos complementan el material. La vía tiene dos rápeles cortos, por lo que son necesarios también descensores. Atención con el horario y condiciones, ya que sólo tendremos escape en la vía normal de Cabrones (AD Inf, PD en descenso desde la brecha común con la cresta). La aproximación se hace desde el Jou de Cabrones, subiendo desde el fondo hasta el collado entre Cabrones y los Dobresengos (una hora desde el refugio de Cabrones). Aquí, ésto es lo que nos espera en la arista NO:

Arista NO Cabrones

La vía de ascenso no tiene mayor misterio que seguir la arista, una trepada casi continua buscando el mejor paso, siempre cerca del filo de la arista. Unos pasos iniciales de trepada dando espalda a la vertiente del Jou de Cabrones (entre el II y el III-) nos van remontando hasta el primer paso verdaderamente aéreo, unos diez metros a filo de cuchillo con caida a ambas vertientes (II+/III). Tras este paso, seguiremos empalmando canaletas y trepando dando la espalda ahora casi siempre a la vertiente de Dobresengos (trepada continua sin grandes dificultades técnicas, II grado de media). Tras un buen rato de ascenso en este estilo, llegaremos a un pequeño hombro bajo la cima. Un corto paso de III- en un murete de canalizo, sin exposición al estar justo sobre el hombro, nos dejará en la cima de Cabrones (entre hora y hora y media de recorrido). Ahora, afrontaremos el segundo tramo de la cresta:

Arista Cabrones-Cerredo

Desde la cima de Cabrones, seguimos por la cresta cimera en dirección Sur. Tras cruzar una pequeña brecha, recorremos unos 50 metros en descenso por la arista (II+, con patio). Descendemos desde aquí a una brecha a nuestra derecha (II), por la que enlazamos con la vía Normal de Cabrones. En caso de acabar aquí la actividad, debemos descender por la canal hacia el Jou Negro (Sur, II) y torcer a la derecha para bajar siguiendo varias viras hasta el zócalo inicial de la pared (destrepe de II hasta el pie de via), con una dificultad desde la brecha de PD.

Para continuar la travesía, debemos remontar la pared de la punta enfrente nuestro. Un corto tramo de III, y seguimos en diagonal a la izquierda ya más fácilmente (I+) hasta coger otra vez la arista. Aquí, encontraremos el peor tramo de la cresta, un largo tramo de descenso verdaderamente aéreo con numerosos pasos de II y III- y roca irregular, buscando siempre el mejor itinerario y siendo muy cuidadosos (muy recomendable encordarse aquí). Tras un rato que se hace largo, encontraremos el primer rápel (incómodo), de unos 15-20 metros. Continuando por la cresta, a pocos metros encontraremos el segundo tinglado (10 metros, ya más cómodo) que nos deposita en la cota más baja de la cresta, en una segunda brecha.

Remontamos la ladera que se yergue frente a la brecha sobre roca mala, pero con poca dificultad (I+). A partir de aquí, seguiremos esquivando gendarmes hasta salir a la ladera Norte de Torrecerredo. A pesar de la pinta que pueda tener desde la cresta, este tramo resultará más relajado de lo que aparenta; la arista se ensancha, el patio decrece, y nos limitaremos a enlazar gendarmes y pequeñas brechas buscando siempre el paso más cómodo (pasos aislados de II). Un sólo paso de III en la penúltima brecha, para el que nos encaramamos a un bloque suelto, puede ser de relativa dificultad.

Una vez ya bajo Torrecerredo, iremos ganando altura caminando ya un buen tramo hasta una canal (vertiente Jou Negro) bajo la pirámide cimera (pasos para coger esta canal de II-). Seguimos la canal hasta su final, y tendremos delante nuestro el paso más duro técnicamente de la vía. Un muro vertical de IV, equipado con varios clavos, que debemos remontar para salir a un último hombro justo bajo la cima. El último resalte lo podemos evitar por la izquierda, en una fácil trepada hasta la cresta cimera. Desde la cima de Cabrones, podemos calcular unas buenas cuatro horas hasta aquí..

El descenso de Torrecerredo se hace por la vía normal (vertiente Este, hacia el Jou de Cerredo). Unos metros hacia el Este por la cresta, encontraremos un corto descenso que hasta un nicho-cueva, preparado para vivaquear (anclaje de rápel para el invierno). Por la aérea pero fácil vertiente Este (II, numerosos jitos) descendemos con tendencia a la izquierda hasta coger una canal que nos deposita en la base del torreón cimero. Por pedreras, y posteriormente destrepando los zócalos iniciales (pasos de II, jitos en todo el camino) volveremos a suelo firme en el Jou de Cerredo. Contar con una hora de descenso del Torre y otra hora de retorno a Cabrones, más si se vuelve por Urriellu, será necesario para evitar disgustos horarios o meteorológicos.

En resumen, una gran actividad para la que es necesario ir con soltura, dominando el terreno de Picos. La longitud de la cresta y las condiciones de ésta nos obligarán a ir finos. Recomendable a piquistas con experiencia en crestas y nervios templados, a pesar de la poca dificultad técnica. Si cumplimos estos requisitos podremos gozar de una excepcional jornada en el corazón de los Urrieles. Buena suerte y un saludo del Maquis