Cebolleda

Las Torres de Cebolleda son un grupo de afiladas cimas, satélites de la Torre Santa de Enol, que llaman poderosamente la atención cuando las miramos desde el Norte. Su recorrido integral es una gran actividad montañera, con un paso de dificultad para acceder a la tercera y más alta y una travesía aérea y expuesta hasta desembocar en la Aguja de GUA. En su vertiente sur, por encima de Fuente Prieta, numerosas vías de escalada aprovechan la calidad de su roca y sus excelentes canalizos. Entre ellas, la Directa a la Horcada que separa la segunda y tercera cima y la subida a esta última, es una de las propuestas más fáciles y placenteras.

Para subir, necesitaremos estar bien surtidos de fisureros (llevar friends de números grandes para los canalizos), cordinos para puentes de roca y reuniones, y unas 6-8 expreses. Descensores obligatorios, ya que por lo menos un rápel nos tocará hacerlo. Los clavos de la vía están en buen estado, ya que en recientes fechas hemos cambiado aquellos que estaban en peores condiciones. Como el descenso es largo, y recomendaremos más adelante bajar andando por otro lugar, necesitaremos subir las botas y la mochila y no dejar nada abajo.

El acceso a la vía se hace por Pandecarmen, Vegarredonda, la Llampa Cimera y el desvío a la izquierda que nos deja en la collada Les Merines (dos horas y media desde el primer punto). Desde aquí, tomamos la senda a Fuente Prieta y el desvío que sube a la Horcada de Santa María. Vamos por debajo de los paredones de la cara Sur de la Cebolleda, identificando las vías que los surcan, mientras remontamos el penoso pedrero hacia la collada. Cinco minutos antes de llegar, debemos identificar una pequeña cueva bajo la horcada entre las cimas, de la que parte la vía (desde Pandecarmen, algo más de 3 horas de marcha)

Salimos junto a la cueva hacia la derecha, por un evidente diedro canal que va ascendiendo en ese sentido. Por la parte exterior, aunque la dificultad sea algo mayor, la buena roca nos permite un ascenso más cómodo (III). El diedro se va desdibujando, y vamos hacia arriba por canalizos (pasos de III+) buscando después de unos 50 metros un buen puente de roca, en una pequeña terraza, donde hacer la primera reunión. El segundo largo sale de frente y luego unos pocos metros a la derecha. En esa dirección hay una pequeña canal herbosa, a la que no debemos entrar. A la izquierda de ésta, una excelentes canalizos, donde entran los friends a cañón, van remontando la pared (IV). La canal de la derecha termina en un amplio nicho, y a su izquierda, unos 15 metros antes de que la pared se enderece, buscamos una vira y una pequeña terraza donde se encuentra el puente de roca que nos servirá de segundo relevo (podemos reforzar con friends)

Sobre nuestras cabezas hay un resalte. en su parte baja, si nos fijamos, un cordino desgastado señala un buen puente de roca. Llegamos a él, y posteriormente hacemos una travesía de 3-4 metros a la izquierda (IV, adherencia) Aparece una nueva canal herbosa a la izquierda, de difícil protección; a su derecha, unos marcados y preciosos canalizos, fáciles de asegurar, remontan unos 20 metros hasta las cercanías de la chimenea final. En una amplia terraza, protegidos de la caída de piedras, encontramos dos clavos donde hacer la tercera reunión. Ahora, salimos un poco a la izquierda, sn subir, y embocamos la fácil chimenea. Un extraplomo nos cierra el camino, y debemos esquivarlo por su parte izquierda (un clavo, IV) Seguimos remontando la chimenea; ahora es pedregosa, pero los canalizos de la parte izquierda nos dejarán subir sin tirar piedras (IV) Llegamos a la horcada y, en su parte izquierda, vemos un viejo buril y un escondido clavo que podemos utilizar para el cuarto relevo. Aquí, podríamos abandonar la vía, salir a la Segunda Cebolleda y olvidarnos del paso más difícil de la vía.

El quinto largo sale desde la horcada. Un muro frente a nosotros marca el punto por donde debemos pasar. Desde la horcada, accedemos a un clavo en el inicio del mismo y nos colocamos en posición incómoda para dar unos pasos hacia la derecha. Tenemos una fisura donde meter la punta de los dedos, y escasas presas de pie, aunque de buena adherencia. Seguimos esa fisura un par de metros hasta que termina en una pequeña canal, donde colocamos las manos y nos aupamos atléticamente (V, un paso muy físico). Aunque muy incómodos podríamos proteger la salida de la fisura con un fisurero del 1 ó 2. Arriba la dificultad mengua y veremos un par de clavos viejos. Remontamos de frente un muro con abundantes presas (III) y llegamos bajo la terraza final, donde superamos el último resalte sin grandes dificultades (III+). Al final de la terraza, dos clavos marcan la última reunión. La cima está unos pocos metros más allá.

Llegó la hora de bajar. Como buen terreno de aventura, la Tercera Torre de Cebolleda no nos lo pondrá fácil. La opción que recomendamos es rapelar desde la última reunión a la horcada entre las cimas (Oeste) Desde aquí, una corta trepada algo expuesta (II) nos deja en la Segunda cima. Seguimos una vira en descenso, dando vista a la vertiente del Jou Las Pozas, para encontrar una canal (II, piedra suelta) que nos deposita en una amplia terraza. Desde esta terraza, hacia el Oeste, una vira herbosa, aérea y de delicado paso si está mojada, nos deja en travesía horizontal en una pequeña brecha jitada (II, ojo con la piedra suelta) Ahora, andando ya sin dificultades, bajamos y seguimos la cresta, primero hacia el Mosquil de Cebolleda y luego hasta el Collado Les Merines (unos 40-50 minutos)

La opción más aventurera es salir hacia el Este, a la Horcada de Santa María. Desde la cima, destrepamos una brecha y remontamos a la cima Este. Aquí, seguimos la cresta hacia la GUA, afilada y vertiginosa (II+). Tras unos 20 metros, la cresta baja, y debemos dar un paso delicado en descenso (III, ojo a la roca) para encontrar de bruces un buen rápel con tres clavos, en una pequeña repisa donde apenas entran dos personas. De aquí, en unos 55 metros, rapelamos hasta la horcada que separa la Tercera Cebolleda y la cima de la GUA. Nos queda subir esta última, que aunque de lejos parezca amenazante, nos depara una entretenida trepada sin apenas dificultades, todo ello por su loma Oeste (pasos de III- al inicio y luego más fácil). Llegamos a una brecha justo bajo la cima (vertiente Sur) Y pasamos agachados por una estrecha vira (II+) para acceder a la vertiente Este. Aquí, una canal baja hasta la collada. En su parte inferior se afila y deberíamos destrepar (III) unos metros. Lo más cómodo es aprovechar algún buen bloque para lazearlo y montar un corto rápel de unos 20 metros, que nos evite el destrepe. Tras ello, por terreno más sencillo, vamos bajando en pocos minutos hasta la Collada de Santa María. Podemos regresar por el camino de Fuente Prieta o, si queremos variar, por la senda que baja hasta el Jou Santu (requiere conocerla previamente o poner atención para no despistarnos en su parte más agreste)

En resumidas cuentas, he aquí una completa actividad, de poca dificultad pero muy gratificante, ya que uniremos una plácida escalada sobre magníficos canalizos con un largo descenso no expuesto de emociones. Una buena jornada montañera en el corazón del macizo del Cornión, siempre bajo la atenta vigilancia de la gran Torre Santa, y una larga aproximación e igual descenso para aprovechar bien el día. Elegid buena meteo para ello, ya que estaréis bastantes horas sobre los altos. Disfrutad de la vía con precaución y no os defraudará. Suerte y un saludo del Maquis.