Espolon Oeste Ubina

En 1970, Delgado y Torío inauguraron esta vía a la cima de Peña Ubiña, una larga ascensión (800 metros de desnivel y un kilómetro largo de recorrido) que, a pesar de su escasa dificultad, concentrada en los tramos iniciales, permite gozar de una entretenida jornada alpinista con el grandioso fondo de los valles de la Babia leonesa.

La vía es sencilla de recorrer, ya que sigue casi íntegramente el Espolón Oeste de Ubiña. La roca es de mediocre calidad, por lo que es indispensable el casco y tener precaución con la piedra suelta. Los tramos iniciales están equipados con clavos nuevos (en Agosto de 2006). Material a llevar es, además del casco, al menos una cuerda de 50 o más metros, algunos fisureros y cintas. Contar con un colchón amplio de tiempo (horario y meteorológico) es importante, ya que la ascensión llevará unas cuantas horas y el descenso también llevará su tiempo...

Para acercarse al pie de vía, saldremos desde Torrrebarrio rumbo este, por una pista de tierra que pasa por debajo de la iglesia. Esta pista, de fuerte pendiente, conduce a los Llanos del Fontán y nos dejará justo debajo del Espolón Oeste en algo más de una hora. Debajo de la montaña observaremos un par de canales, siendo la de la izquierda la que debemos de subir. Abandonando la pista, remontamos unos 50 metros hasta el comienzo de la canal.

Los primeros metros de la canal consisten en una fácil trepada (cortos pasos de II+) hasta toparnos con un corto muro (4-5 metros), donde se encuentra el paso más duro de la vía. Remontando directamente este muro superaremos un paso de V algo desplomado. Sin embargo, para evitar la más que posible caida de piedras sobre el asegurador, es preferible trepar por el lado derecho de la canal y hacer travesía hacia nuestra izquierda (IV, clavos en todo este tramo, unos 15 metros de recorrido). Ya otra vez en el fondo de la canal, se continúa la trepada algunos metros más (cortos pasos de III+), pudiendo montar reunión al final de las dificultades (unos 45-50 metros de recorrido).

Ahora la canal se ensancha y se tumba, caminando un largo tramo hasta el siguiente resalte. Éste consiste en un estrecho muro a la derecha de unos 8 metros (III+), a cuya salida la canal vuelve a ensancharse y tumbarse, muriendo algunos metros por encima. Por las paredes de la derecha, remontamos unos 15-20 metros (II+) hasta salir a una amplia y larga ladera pedregosa por la que caminaremos cómodamente, superando algún pequeño resalte de vez en cuando (II-).

Tras este relajado tramo, y según nos vamos acercando al Pilar Sur, la ladera comienza a afilarse y a cobrar ambiente. El itinerario aquí es algo más confuso, una arista cortada por numerosas canalucas que caen al flanco Sur. La mejor opción es mantenerse en el filo de la cresta hasta tropezarnos con un corto tramo de canales, subiendo por la más cercana a la cresta (II, algo aéreo, 40 metros). Bordeamos un par de gendarmes buscando el itinerario más sencillo, cambiando de vertiente donde sea necesario (fácil pero con ambiente) hasta salir a un último gendarme justo bajo el Pilar Sur. Trepamos directamente este gendarme (4 metros, III+) para salir a una canal que asciende bajo el Pilar, por la que ascendemos (25 metros, II+). A su final, una fácil y protegida trepada de 15 metros nos conduce a la cima del Pilar.

En el Pilar, cresteamos durante unos 100 metros sin grandes dificultades. Nos toparemos con una brecha, tras la cual sortearemos un corto muro por su lado izquierdo (Norte) en una corta trepada. La cresta finaliza y nos espera un pequeño destrepe para bajar del Pilar. Aquí, la montaña vuelve a convertirse en una cansina ladera pedregosa, por la que ascendemos ya sin dificultad ninguna durante unos 250 metros, llegando así a la antecima Sur de la montaña. Caminando por la cresta cimera un poco más, coronamos Peña Ubiña.

Para el descenso, el mejor itinerario es deshacer los pasos por la cresta cimera y bajar andando por la Cresta Sureste (camino marcado, jitos) hasta el Collado del Ronzón. Aquí, bordeamos en descenso la ladera Sur de Ubiña (jitos) hasta encontrar nuevamente la pista de la aproximación. Por ella, volveremos a Torrebarrio.

Si os decidís a realizar este itinerario, os deseamos buena suerte y os sugerimos ser pacientes y cuidadosos con el largo recorrido y la mediocre roca. Un saludo del Maquis.